La ciclista holandesa Monique van der Vorst, de 27 años, conquistó dos medallas de plata en los Paralímpicos de Pekín 2008 que la transformaron en un ídolo en su país de origen. En noviembre de 2010, 13 años después de empezar a usar silla de ruedas, la atleta reveló en su sitio personal que podía caminar nuevamente. La noticia tuvo gran repercusión, pero los rumores de fraude convirtieron la realidad en una carga para Monique. Las informaciones se dieron a conocer por el periódico holandés De Pers y repercutieron en otros medios europeos.
El hecho habría pasado un poco antes del anuncio de su recuperación, en noviembre de 2010, cuando la atleta chocó su bicicleta, impulsada con sus brazos, contra un ciclista alemán. En el hospital, Monique habría sentido un hormigueo en las piernas, lo que causó sorpresa.
Según el diario español Ideal, en seguida surgieron contradicciones sobre sus limitaciones. Habitantes de la región revelaron a periodistas que Monique había sido vista caminando antes de dar la noticia. Otros testigos dijeron que la vieron caminar el mismo día en que recibió un premio en Holanda, en 2009.
En su sitio personal, la holandesa informa que empezó a usar silla de ruedas en 1998, cuando su pierna izquierda "se paralizó" y su rodilla derecha "paró de trabajar normalmente". Monique también revela que debido a un accidente de automóvil en el 2008, sufrió una lesión en la médula espinal (T4).
El nuevo escenario fue un peso sobre la ciclista, que se desdijo en relación a su ¿milagrosa¿ recuperación. La atleta atribuyó la polémica a un error en la forma de decir las cosas, ya que su problema no estaba en la médula, pero sí en su cabeza. Monique explicó que el motor - refiriéndose a si misma - no estaba roto, pero que no sabía como ser reseteado.
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