esta olimpiada no hubo lanzamiento de jabalina o bala, sólo de pelota, el salto de longitud se cambió por una prueba llamada rodado de 50 metros y el gateo sustituyó a las carreras.
Se trató de la XV Olimpiada Especial Apac, donde niños especiales no impusieron récord de tiempo sino de fuerza y corazón.
Para algunos débiles visuales, otros sin movilidad en su cuerpo por la parálisis cerebral, y con un daño psíquico, fue digno de una medalla dar varios pasos, correr sin tener claro el panorama o incluso mover una mano o caminar, cuando se nació inmóvil.
Las competencias en las que intervinieron 500 niños fueron: arrastre de 50 metros, rodado de 50 metros, carrera y marcha de 50 y 100 metros, además de futbol y lanzamiento de pelota.
José Jovany Hernández, con apenas tres años de edad, corrió los 50 metros. Él no ve, y su madre, la señora María Elisa Velázquez, señaló que su pequeño tiene miedo porque pierde el sentido de orientación, pero en la competencia fue su principal obstáculo a vencer y lo logró porque llegó a la meta.
Susana Valle tiene ocho años, y de su madre apenas conoce una figura borrosa porque tiene debilidad visual.
Ella llegó en primer lugar, y pese a la debilidad de su vista, corrió y corrió hasta que llegó a la meta; le puso tanto empeño que tuvieron que frenarla para que no siquiera corriendo.
Ricardo Ramos nació sin poder moverse por la parálisis cerebral; desde que su madre lo comenzó a llevar a Apac ha ido mejorando y ahora ya puede caminar, lo que aprovechó para participar en la competencia de 50 metros de marcha; ése fue el logro. Ahora, a sus 27 años, el reto está en que aprenda a hablar.
Yolanda López Trejo tuvo que hacer un esfuerzo especial para que su hijo José Mauricio, de 14 años, lograra lanzar una pelota. Al final juntos lo lograron, lo que les valió que una medalla colgara de su cuello.
Al final todos resultados ganadores y todos se ganaron su medalla, pues vencieron el obstáculo de su discapacidad.
