Los Ángeles, 15 feb (EFE).- El fútbol en silla de ruedas motorizadas es un deporte en auge en California que permite a las personas con discapacidades jugar en equipos con una pelota de gran tamaño.
"Para mí el fútbol en silla de ruedas con motor significa diversión", dijo a Efe Dino Ramos de 28 años miembro del equipo "The Rough Riders", de Glendale, después de un juego amistoso el sábado pasado contra los "Rolling Gauchos" de Santa Bárbara.
"Estar en silla de ruedas y estudiar derecho en el colegio me genera estrés; pero cada vez que me reúno a jugar con el equipo me siento relajado", explicó en la cancha de baloncesto.
Ramos relató que perdió sus funciones motrices en las extremidades inferiores después que en 1998 fue atacado a martillazos en la cabeza en un asalto violento en Glendale.
El fútbol en sillas de ruedas con motor es un juego de ataque y defensa entre equipos de 4 ó 7 personas que se desplazan tras un balón, en una cancha de baloncesto, con el objetivo de pegar a la pelota con un aditamento de metal adaptado al frente de la silla para meter un gol en la meta.
Este deporte comenzó en EE.UU. en 1981 después de que un grupo de entusiastas organizase equipos de discapacitados físicos inspirados en el desarrollo que adquirió el deporte en Francia, país donde fue inventado a principios de los años setenta.
Cindy Wells, entrenadora de los equipos "Rough Riders" y "Wild Wheelers" de Glendale, tiene uno de sus hijos como jugador y dijo a Efe que en California hay 14 equipos y en los conjuntos que dirige hay 5 jugadores con raíces hispanas.
"Entre las causas por las cuales estos chicos y chicas viven en silla de ruedas están la cuadriplejia, distrofia muscular, parálisis cerebral, daños a la espina dorsal e incluso parálisis a raíz de accidentes y ataques de delincuentes", detalló Wells.
En 2007 se celebró el primer campeonato global en Tokio (Japón), en donde entre siete países participantes la selección estadounidense ganó la copa mundial. La próxima competición global será en 2011 en un país aun no determinado.
Actualmente, en más de 50 ciudades "La Asociación de Fútbol en Sillas de Ruedas Motorizadas de EE.UU." (USPSA) promueve este deporte.
Benjamín Avilés de 25 años, otro de los jugadores de los "Rough Riders", dijo a Efe que nació con distrofia muscular.
"Toda mi vida he visto los deportes en la televisión y siempre me preguntaba ¿cómo puedo ser parte de un equipo?", dijo Avilés.
"Hoy soy miembro de este equipo deportivo y ya solo por el hecho de pertenecer a este conjunto me genera mucha más confianza en mí mismo", explicó.
Entre los equipos hay dos categorías, la División 1 (D1) es para personas que tienen un grado mayor de control cerebral y de movimiento en las manos y la División 2 (D2) que es para pacientes con una discapacidad mayor.
En el equipo "The Wild Wheelers", de la División 2, Jeff Greener de 26 años se describe como medio hispano por las raíces latinas de su madre.
"Antes solo había tenis para los que usamos sillas de ruedas motorizadas; pero esto es completamente diferente, esto le cambia la vida a uno", dijo sonriendo Greener quien es un delantero izquierdo que estalla en carcajadas cuando choca y rebota con la silla de ruedas de sus compañeros cuando se disputan el balón.
Un jugador de los "Rolling Gauchos de Santa Barbara" es Bill Balles, de 40 años, quien dijo a Efe que quedó paralizado a los 17 después de caer de cabeza al saltar una cerca mientras jugaba.
"Comencé a crear mi equipo hace cuatro años después que vi un vídeo de 2 minutos en internet sobre este deporte", explicó Balles.
"Nuestro objetivo es que todo mundo sepa de este deporte para que hagamos más equipos en toda California", finalizó.
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