Las instalaciones, que ocuparán un espacio de 94.000 metros cuadrados, albergarán dos campos de fútbol, canchas de tenis, una pista de atletismo y cuatro gimnasios para deportes como baloncesto en silla de ruedas, natación, esgrima, halterofilia, judo, rugby, tenis de mesa o voleibol sentado.
En un acto celebrado en el palacio de Bandeirantes, sede de la gobernación regional, Rousseff aseguró que Brasil le "debe" a sus deportistas paralímpicos un centro "de excelencia" como éste, porque ellos "enorgullecen" al país.
La presidenta brasileña también dijo que estas instalaciones deportivas demuestran el "compromiso" de Brasil con los atletas con alguna deficiencia y también le sirve para "proyectar una imagen de un país que sí se quiere transformar en una gran potencia".
Por su parte, el presidente del Comité Paralímpico Brasileño, Andrew Parsons, afirmó en el blog institucional que el centro estará abierto a deportistas y entrenadores de otros países de América Latina y Africa.
El objetivo de Brasil es ser el quinto en el medallero de los Juegos Paralímpicos de Río 2016, después de haber terminado séptimo en Londres 2012 y noveno en Beijing 2008.
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