Un grupo de 28 personas, con y sin discapacidad visual, mexicanos y estadunidenses, entre ellos Erik Weihenmayer, primer alpinista ciego en conquistar el Everest, concretó este miércoles el ascenso a la Mujer Dormida, luego de cuatro días de expedición. Héctor Ponce de León cuenta con más de 30 años de experiencia en montañismo pero, “para ser sinceros, cuando me hablaron de subir a ciegos al Izta me surgieron ciertas dudas sobre si sería posible.
Fue un verdadero trabajo de equipo “y eso es mucha gente que se une y decide romper barreras”, destacó Weihenmayer, quien llegó a México para acompañar la aventura, presentar la primera edición en español de su libro Tocar la cima del mundo, y brindar pláticas motivacionales.
La preparación incluyó seis meses de entrenamiento, con pruebas en el Ajusco y el Nevado de Toluca, explicó Ponce de León.
“Temía mucho al mal paso” y tenía que ir describiéndoles el terreno, pero “tuve que darles menos instrucciones de lo que esperaba y llegamos a hacer escaladas de pared de hasta 20 metros en la roca”.
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